En Sierra Norte, la calidad nace de la tierra y de la gente que la trabaja. Cada whiskey inicia con maíces nativos, ancestrales y libres de transgénicos, cultivados en pequeñas parcelas oaxaqueñas mediante prácticas agroecológicas que preservan suelos, saberes y variedades en riesgo. Este modelo no solo protege la biodiversidad: impulsa economías rurales a través de precios justos y del empleo permanente de un equipo integrado mayoritariamente por mujeres, quienes participan en cada etapa, desde la selección del grano hasta el embotellado manual.
La calidad es el segundo pilar del proyecto. Cada variedad de maíz se fermenta al aire libre, se destila dos veces —acero y cobre— y se afina pacientemente en barricas de roble francés de segundo uso para expresar un carácter auténtico, profundo y ligado a su origen. El resultado es una colección de whiskies single barrel, complejos y equilibrados, donde cada maíz revela una personalidad distinta: la suavidad dorada del Amarillo, la elegancia tostada del Negro, la dulzura luminosa del Blanco, la estructura especiada del Rojo, la riqueza frutal del Morado o la vitalidad del Arcoíris.
Ese compromiso se ha visto reflejado en el reconocimiento internacional. Sierra Norte ha sido destacado por Whisky Advocate con puntuaciones que van de 85 a 90 puntos, incluyendo la selección del Maíz Amarillo dentro del Top 20 de los mejores whiskies del mundo, y ha obtenido medallas de oro otorgadas por Wine & Spirits Wholesalers of America. Para nosotros, estos premios no solo celebran la calidad del whiskey, sino el valor de un modelo que honra al campo mexicano, su gente y su semilla más antigua.